Se trata de 2 terrenos en 2da y 3ra fila respectivamente que comparten una vía lateral afirmada de 5m de ancho como acceso hacia la playa. Esta vía resulta la única posibilidad que las casas puedan lograr una vista al mar y el reto principal de diseño consistió en aprovechar el retiro lateral del terreno de la primera fila que, junto a la vía de acceso a la playa, ofrecen la mejor vista posible hacia el horizonte.
Como estrategia volumétrica y de diseño, las casas parten de 2 franjas unidas que se bifurcan en el punto medio del terreno para crear un giro que abre la casa hacia un jardín y terraza frontal con vistas a la playa. Además de aprovechar las vistas, la bifurcación crea un espacio triangular que, desde la fachada posterior de la casa, invita a acceder hacia el corazón de la misma que contiene un espacio de doble altura. Junto a este espacio, se encuentra la escalera que es la que articula el área más social de la casa con las habitaciones.
La mayoría de ambientes de la casa cuenta con mamparas y ventanas que permiten quebrar los límites entre los espacios interiores y exteriores e invitando a una dinámica de habitar más fluida entre ambos.